Gmail, Outlook o hotmail; malas ideas empresariales

Gmail, Outlook

Cuando empezamos en Internet nos encontramos que la tendencia es poner en marcha un email gratuito (más bien freemium) bajo el control de las grandes industrias de las telecomunicaciones globales. Gmail, Outlook o cualquier otro.

Tanto es así que nos negamos a ver otras cosas, aunque dispongamos de dominios comprados para nuestras empresas, tendemos a seguir usando estos correos para tenerlo todo centralizado.

Claro que para gestionar tareas como Google Analytics, Google Search, Google Search Console, Android… y un millón de etcéteras necesitamos un correo Gmail, Por supuesto, para usar Bing necesitaremos usar un correo Outlook u Hotmail.

Si quieres usar un Android pasas inequívocamente por conectar un correo Gmail y teniendo en cuenta la cantidad de dispositivos móviles en proporción a los de escritorio cada día hay más usuarios de este servicio.

En el caso de los entornos, Apple debes registrar y permitir el rastreo del email que les pongas con la intención de seguir consumiendo sus productos (freemium o prémium) y así mejorar la experiencia de usuario al ofrecerte recomendaciones en función del uso de la máquina o el mismo email.

Tanto es así que hasta Alexa o servicios como Netflix, HBO, etc… rastrean tus emails para poder ofrecerte recomendaciones. El mundo está interconectado y el centro de atención de la industria publicitaria es el correo electrónico.

Por otro lado, detectamos que muchos newsletters tienen una tasa de apertura baja, aún contando con una base de datos de contactos importante, vemos que los emails no se abren o pierden el interés a las pocas líneas de contenido, no se abren enlaces y/o no se siguen los automatismos.

En general sentimos una falsa sensación de seguridad cuando usamos estos emails presuntamente gratuitos, incluso en la empresa nos empeñamos en usarlos, pese a que en el fondo de nuestro conjunto de neuronas sabemos que los contenidos están siendo leídos por una máquina que nos cataloga todo.

Si hablamos de los entornos web; ponemos formularios de contacto en nuestras páginas, intentamos que se registren a nuestros newsletters proporcionando recursos de valor solo por registrarse, pero a la hora de la verdad las personas prefieren usar los botones de WhatsApp o Telegram (más los primeros que los segundos) que rellenar unos datos en el formulario. Saben que seremos más reactivos a un mensaje privado que a un email, y optan por utilizar esas herramientas.

Una vez analizado todo esto, vamos a explicar el por qué es una buena idea usar los emails corporativos en empresas.

Por un lado, tenemos el branding no es lo mismo tener un email acabado en gmail.com que en tuempresa.com, la apariencia ante el observador ajeno es que el segundo tiende a creer que le atienden en una empresa y en el primero es que es simplemente un servicio gratuito ¿Cómo me van a ayudar si no son capaces de gestionar su propio email?

Por otro lado, tenemos el control de nuestro email, es nuestro servidor el que se ocupa de atender las solicitudes y marcar (si es necesario) como SPAM una comulación u ordenarlo en las carpetas o directorios adecuados, sin tener que pasar los filtros Google (o el que sea).

Por supuesto, si tenemos hospedado el email en nuestro propio servidor, nadie o nada leerá nuestras comunicaciones a menos que implantemos un sistema de filtros, en el caso de que montemos ese sistema la información se “queda en casa” en lugar de compartirlos con la gran G.

Además, muchas veces hasta nuestro WordPress se conecta con un mail freemiun, y no importa si es Gmail u Outlook, el caso es que todavía estaremos más rastreados.

En próximas entradas veremos como conseguir cosas con nuestros newsletters o como configurar correctamente nuestros emails para que no vayan a SPAM e incluso cosas que ahora mismo no nos hemos planteado… pero eso es futurible y no presente.